lunes, abril 30, 2012

Carpe Rosas


Ayer por la noche emitieron en televisión una de mis películas favoritas para cuando tengo...digamos uno de esos días en que una tonta comedia americana (con todos mis respetos) no basta: El Club de los Poetas Muertos. Si no la habéis visto ya, os la recomiendo encarecidamente.
En la película, el profesor de Literatura, el profesor Kitting, intenta imbuir en sus alumnos el ideal romántico del Carpe diem, "vive el momento", disfruta de cada segundo, "extráele el meollo a la vida", como ellos dicen. Pero no sólo aparece vividamente retratado el espíritu hedonista del Carpe Diem; más importante aún si cabe, se menciona también otro tema de la poesía latina: Collige, virgo, rosas dum flos novas et nova pubes, et memor esto aevum sic properare tuum, que aparece en el poema De rosis nascentibus. Algo que podría traducirse como "Coged, doncella, las flores mientras son aún frescas y nueva es vuestra juventud, pues recordad que el tiempo corre". Si carpe diem es nuestro grito de guerra para lanzarnos a vivir cada día con la ferocidad de un loco, collige virgo rosas es la razón en que se basa nuestro lema: agota cada segundo, disfrútalo con pasión, porque puede que sea el último.Y así es, tristemente. Y todo esto viene a raíz de que ha fallecido un familiar de una amiga al que yo también conocía y, bueno, este tipo de sucesos siempre hacen que me plantée temas como la muerte, la importancia que damos a la vida, al tiempo, a nuestros impulsos....
¿Es la mejor opción irnos de repente? ¿Llenos de planes inacabados, palabras que tuvimos miedo de decir, locuras que nunca llegamos a hacer? ¿Sería preferible saber cuándo vamos a morir? ¿Ver cómo se acerca el final dia a día, hundiéndonos quizás en su inetavilidad, en su trágica inminencia, sin ser capaz de movernos atrapados en la desesperación? ¿Conseguiríamos así organizar nuestros últimos momentos para cerrar nuestra vida en un volumen perfecto, tener el tiempo suficiente para "poner en orden nuestros asuntos" y así poder partir en paz, dejando sobre todo en paz a nuestros seres queridos?
Realmente no sé qué sería preferible, supongo que cada uno necesitaríamos una opción personalizada.
Yo, personalmente, creo que debería recordarme más a menudo la fugacidad de la vida para atreverme a vivir más de lo que lo hago. Creo que tengo tanto miedo a vivir que estoy un poco muerta. 

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